Berberian Sound Studio: efectos sonoros en el cine giallo

El cine giallo (amarillo en italiano) es un subgénero derivado del thriller y el cine de horror. El término se origina por el color de las tapas de unas novelas pulp italianas de los años 30s en las que se inspiran este tipo de films con múltiples asesinos seriales. El giallo tuvo su apogeo en Italia en los años 70s con directores icónicos como Darío Argento y Mario Bava, entre varios otros.

Dirigida por Peter Strickland y protagonizada por el inigualable actor inglés Toby Jones, Berberian Sound Studio (2012) es un original homenaje a este género plagado de atmósferas misteriosas con un alto grado de fetichismo estético, en las que se expone las viejas maneras analógicas de hacer cine y sus métodos artesanales de mezcla de sonido en vivo en las históricas salas de foley.

El título del film hace referencia a Cathy Berberian, cantante soprano norteamericana que estuvo casada con el famoso compositor Luciano Berio, quien fue una influencia clave para Strickland en el proyecto. Editado por Warp Records, el soundtrack fue compuesto por Broadcast, banda de culto actualmente disuelta, que se caracterizaba por su particular mezcla de psicodelia norteamericana de los 60s y electrónica experimental.

La película es un raro ejercicio de cine dentro del cine, que resulta provocadoramente efectiva a la hora de demostrar que una película no tiene que pretender ser realista para poder ser perturbadora. Al mejor estilo Lynch, la sugestión está por encima del sentido, los climas por encima del guión y lo que se escucha se vuelve más impresionante que lo que realmente se ve. El suspenso se construye con precisión sinfónica al punto en que realidad y fantasía se desdibujan.

Mirá el sugestivo tráiler de Berberian Sound Studio:

Los sonidos de Zimoun

Zimoun es un artista autodidacta suizo conocido por sus increíbles instalaciones sonoras que combinan materiales cotidianos de uso industrial (cartón, plástico, papel, madera) con dispositivos mecánicos como motores, cables, micrófonos y ventiladores; para generar espacios sonoros, generalmente site-specific, que el público puede explorar activamente en experiencias inmersivas.

Sus construcciones emplean principios cinéticos de rotación u oscilación para manifestarse a través de un flujo interminable de sonidos que las vuelven presencias corpóreas, que redefinen las nociones tradicionales de escultura sonora. Los pequeños mecanismos de las mismas, a pesar de su aparente simplicidad, reducidos a funciones, formas y diseños altamente minimalistas, generan complejos sistemas sonoros y visuales que toman magnitudes orquestales al ser replicados a gran escala.

Las obras operan sobre la tensión entre conceptos de opuestos como los principios de caos y orden o individualidad y masividad, mediante un despliegue obsesivo de series de objetos idénticos, ordenados meticulosamente de manera modular bajo un mismo patrón, que se comportan de manera caótica e independiente al ser activados.

Zimoun crea estos sistemas cerrados que desarrollan su propio comportamiento y reglas, similares a criaturas artificiales, y ha utilizado el término “complejidad primitiva” para describir el principio detrás de la dinámica de sus obras. Una vez activadas, estas entidades cuasi-autónomas, pasan por un proceso indeterminable de degeneración dentro de sus entornos precisos, en los que aparecen variables creativas como desviación, rechazo y aleatoriedad.

“Estoy interesado en una mezcla de estructuras vivientes por un lado, y control de decisiones por el otro. Una combinación de estructuras que evolucionan continuamente o generan por azar reacciones en cadena u otros sistemas generativos, dentro de un entorno específico y delimitado donde estos eventos puedan ocurrir (…) Mis intenciones de composición se manifiestan a través de una contención deliberada y monitoreo cauteloso. No estoy usando el azar para descubrir resultados inesperados, sino para permitir que las obras tengan un grado más alto de vitalidad.”

Además de sus instalaciones, Zimoun compone obras puramente acústicas, en las que comparte el interés de crear ambientes envolventes de sonidos y ruidos microscópicos. Sus grabaciones suelen utilizar técnicas ambisonics y son concebidas para sistemas de sonido multicanal con el fin de generar espacios sonoros tridimensionales.

La obra de Zimoun explora los ritmos mecánicos y los zumbidos acústicos de fenómenos orgánicos o naturales, y a su vez contiene cierta nostalgia hacia determinados materiales inertes y obsoletos. La recontextualización de estos materiales así como del sonido, hace que describirla lleve muchas veces a comparaciones con paisajes sonoros que evocan las fuerzas de la naturaleza.

Mirá el video de sus obras:

Paulinho Moska y Kevin Johansen en Estudio Libres para HBO

Llevado por la música y las ideas como generadoras de lazos universales, Paulinho Moska se embarcó en un original proyecto transmitido por HBO MUNDI: Tu casa es mi casa, una serie documental segmentada en 12 episodios, 12 países, 12 músicos, 12 artistas, 12 científicos y 12 tatuajes. Un paseo por Latinoamérica, sus ciudades, sus tradiciones, sus calles y su gente, en una celebración de pluralidad, música, ciencia y arte.

En el segundo episodio situado en Buenos Aires, Moska entrevistó a la muralista urbana Mariela Ajras, el reconocido neurocientífico Mariano Sigman y a Kevin Johansen, a quien se dio el lujo de invitar a tocar y grabar en Estudio Libres, lugar donde fue registrado todo el encuentro para las cámaras del documental.

Mirá el trailer de la serie producida por Santa Rita Filmes con La Unión de los Ríos.

La reverb natural más larga del mundo

Técnicamente, los tanques de Inchindown en Invergordon, Escocia, poseen el récord de la reverberación más larga conocida en el planeta. Un grupo de investigadores testeó el fenómeno con micrófonos de alta sensibilidad y la onda se prolongó más allá del minuto.

El récord Guinness que sostenía la marca de mayor duración dentro de una construcción arquitectónica hasta ese momento era el que generaba el portazo de las puertas de bronce sólido del Mausoleo Hamilton (Escocia), con una duración de 15 segundos. Pero en una investigación para su libro Sonic Wonderland: A Scientific Odyssey of Sound, Trevor Cox, profesor de ingeniería acústica de la Universidad de Salford, descubrió este tanque y marcó este nuevo récord disparando una pistola con una bala de salva dentro del tanque (un método standard utilizado para medir la acústica en salas de conciertos).

El tanque subterráneo fue construido durante la segunda guerra mundial para el almacenamiento de combustible en la ladera de una colina de las costas escocesas. Su función era abastecer a los barcos de Inglaterra y estar protegido de los bombardeos alemanes. Tiene capacidad para contener hasta 25 millones de litros, un largo de dos estadios de fútbol, 9 metros de ancho y 13,5 de alto al que solo se puede acceder a través de un angosto túnel de 50 cm. de diámetro; pero son sus paredes de concreto de 45 cm. de espesor lo que contribuyen a su gran poder de reverberación. Inchindown no ha sido utilizado como reserva de combustible desde hace varios años, su último uso conocido fue durante la guerra de Malvinas en 1982 y desde entonces el sitio permanece cerrado, solo habilitado para visitas turísticas.

Según Trevor Cox, la particular acústica del tanque se podría prestar para inusuales composiciones. Simples pruebas como gritar dentro del tanque sugirieron que por el prolongado grado de reverberación, una persona podría armonizar con su propia voz en vivo si lo deseara.

Mirá un video donde reproducen el experimento, en el que se puede ver esta locación increíble y escuchar el eco más largo del mundo.