Música y documentales: ocho recomendados de Netflix
1. Rolling Stones: Crossfire Hurricane, de Brett Morgen
Documental que toma los primeros años de los Stones, su fuerza por diferenciarse de los Beatles y un fundamental reconocimiento al enorme talento de Brian Jones. No es fácil emprender la tarea de documentar los Stones, una banda de la que sobran documentales de todo tipo y calidad. Pero Morgen se las ingenia para mostrar el antes y después de la banda, de los clubs de jazz al delirio de Altamont, usando yuxtaposiciones de sonidos, entrevistas y footage.
Un trabajo hecho con seriedad y calidad del cual ningún fan de los Stones se puede quejar y que abre también una puerta a los que quieren saber quiénes fuerons los Stones antes de Satisfaction.
2. Alive Inside: Una historia de música y memoria, de Michael Rosatto-Benett y Oliver Sacks
El Alzheimer es un fantasma que muchas personas tienen en el horizonte y que otras tantas aguardan con certeza. En el medio para algunos ya es una realidad y la pregunta que todos se hacen, incluso la medicina, es qué está pasando dentro de esa persona. Lo que es normal para todos nosotros, recordar las cosas más simples, cobra otra fuerza, espacio y tiempo en las personas que padecen Alzheimer.
La música aparece como parte de un proceso terapeútico y contemplativo, que acompaña este proceso mientras ofrece, da y nutre de herramientas, para entender que más allá o más acá del mundo “normal” hay vida.
3. Big Star: Nothing Can Hurt Me, de Olivia Mora y Drew DeNicola
En lo que se refiere a lo cinematográfico este documental sobre Big Star, toma las clásicas herramientas del género (entrevistas a amigos, familiares, footage de la época) y así recrea la vida y obra de la banda de Alex Chilton. Pero cierta sensibilidad y curiosidad lo sacan de cualquier lugar común y lo posicionan en una mirada sensible y contemplativa de esta gran banda.
Los cruces aquí expresados no parten nada más de la colaboración artística o el hecho de hacer discos. Eso puede ser muy simple, incluso se puede normalizar. Pero el caso de Big Star tiene un arraigo con la tragedia, con las pasiones y con la tristeza. En el medio de todo eso, salen a la luz grande discos, enormes temas. Y se imponen, como si fuera poco, ante la muerte.
4. Empire Records, de Allan Moyle
Clásico generacional, película del subgénero blockbuster, incluso leyenda o, más bien, de culto. Empire Records es una película chiquita que con los años se volvió significativamente grande. Y eso sucedió debido a los cambios radicales en nuestras vidas, con respecto a cómo, con qué y en dónde escuchamos música.
Un idealista dueño de una disquería/sello quiere salvar su negocio a toda costa. Aún vende vinilos, aún vende cassettes y desde ya CDs. Pero el negocio está en picada, en… los 90!, y la gente parece no estar interesada en comprar discos. Llama la atención semejante mirada apocalíptica si tenemos en cuenta que no eran tiempos de Spotify, Itunes, MP3, Soundcloud, etc. Pero todo eso de alguna manera ya estaba ahí.
Narrada en un día, sostenida en la romántica idea de salvar un negocio que “hace del mundo un lugar mejor”, con una galería de hermosos perdedores y con la juventud como motor, Empire Records construye una relación con la música que es casi un anhelo en el hoy.
5. Backstreet Boys: Show ´Em What You´re Made Of, de Stephen Kiyak
¿Un documental sobre una banda de chicos? ¿Recomendada por fuera de los consumos culpables? ¿En serio? Sí, rotundamente sí.
No sólo porque las canciones importan (importan y mucho), no sólo por el éxito indiscutible y masivo de los BSB, no sólo porque generaron fanatismos que se chocaban con la histeria Beatle. Lo que interesa de este documental es la construcción de los BSB en paralelo pero a espaldas de la industria hegemónica (Disney principalmente) y cómo, citando a Herzog, todos empezamos pequeños.
Los BSB nacen de la nada con el objetivo de serlo todo. Cantan bien, bailan bien, se llevan bien entre ellos. Su carrera comienza entre las escuelas primarias y secundarias de cada rincón de USA y se extiende como un pulpo generando una cercanía que derriba con talento y fuerza todas las burlas, todas las risas. El viaje que emprenden estos cinco chicos tenía destino de grandeza. Ellos no lo sabían. Lo tomaron igual.
Funciona entonces como una lección, amorosa y divertida, para todas las bandas. Hay que mostrar de lo que uno está hecho.
- Backstreet Boys: Show ´Em What You´re Made Of en IMDb
- Trailer de Backstreet Boys: Show ´Em What You´re Made Of
6. Joe Strummer: The Future Is Unwritten, de Julien Temple
Clásico estrenado en el BAFICI hace diez años, con entradas totalmente agotadas para todas sus funciones y decenas de fanáticos pujando por entrar. El mundo del punk rock sabe a la perfección quién es Julian Temple y Julian Temple conoce de manera total el mundo que retrata metódicamente hace décadas.
Profundamente vital y eternamente joven, el pulso del cine de Temple establece una relación directa con su espectador y le da vida a la obra de una de las figuras más emblemáticas de la historia de la música, Joe Strummer aparece tanto en su perfil de leyenda y también en el más humano, el conmovedor, el que lo llevó directamente a ser uno de los pilares de la música del siglo XX.
Esperanzador y revelador, con un enorme material de archivo, testimonios y una visión clara de la música que es, para algunos, una manera ética de vivir.
7. Keith Richards: Under the Influence, de Morgan Neville
Keith Richards presenta un albúm solista por primera vez en 23 años y eso se expande hasta esta documental que muestra la construcción musical de la leyenda de los Stones.
Dejando de lado la clásica entrevista, lo que tenemos acá es una conversación, una historia personal que habla de la historia de la música, su construcción, raíces, influencias, razones y prodigios. Cómo se piensa Richards, el origen de su música en las manos de su abuelo, el blues de Chicago, los problemas con la ley, la confesión de que se ve como mejor bajista antes que guitarrista, los años, sus consecuencias, qué discos marcaron a fuego a los Stones, la ausencia total de su padre, las relaciones.
En una entrevista hecha a finales de los 80s un periodista le pregunta a Richards sobre los rumores de su retiro y por ende el fin de los Rolling Stones. Richards ríe y responde que eso lo escuchó mil veces, que lo dijeron en cada disco, cada gira, cada caída. Pero que siguen ahí. Que él sigue adelante, no se detiene.
Por suerte para todos nosotros eso es verdad al día de hoy.
8. Amy, de Asia Kapadia
Vivir rápido, morir joven, entrar al club de los 27. Todo eso hizo Amy Winehouse pero nada de eso importa. Lo que importan son los discos, lo que sobrevive es la obra y lo que apena es no poder ver ese desarrollo a lo largo del tiempo.
Documental estrenado en Cannes, Amy generó controversia antes de ver la luz. Amenazas de juicios de parte de su padre y su ex marido, acusaciones, llantos. Pero el documental hizo su camino y si en algo fue inteligente Kaspadia fue en convertirse en una persona totalmente invisible. No hay entrevistas a cámara, no hay visiones de la actualidad. Las voces en off se van montando sobre la vida de Amy y los testimonios la construyen como vulnerable, sensible, incluso tímida.
Una mirada dentro del corazón de Winehouse y también un pantallazo de lo que significa hacerse mujer y el precio, altísimo, que se debe pagar.